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domingo, 25 de noviembre de 2018

ERMITA DE SAN SALVADOR (Selgua)


La ermita de San Salvador está ubicada en lo alto de un cerro, al norte de la localidad de Selgua. 

Datada como un edificio de origen románico, fue una cilla (Gregarium) perteneciente al Monasterio de Font Clara, dentro de la Orden del Cister, fundado por Jaime I en 1223.

Es de planta rectangular, de pequeñas dimensiones y con cubierta a dos aguas.

Tanto en la Guerra de la Independencia, como después en la Guerra Civil, la Ermita sufrió graves daños. En la actualidad apenas quedan restos que acrediten que fue  un edificio de origen medieval.

En su interior, en el muro norte, destaca un magnífico sepulcro románico. Este monumento funerario del siglo XIII bajo arcosolio, está sostenido por cuatro columnas y decorado de forma llamativa en su totalidad. Algunos observan influencias mudéjares en su artesonado y en el personaje que yace de un costado, con atuendo y armas medievales.  No se sabe a ciencia cierta quien es el personaje que está enterrado, pero todo indica que tuvo que ser un Señor de Selgua de finales del siglo XIII y que por sus vestimentas, podría pertenecer a la Orden del Cister. Una pena que en su día, alguien rompiera las cabezas de un grupo de ocho personajes, así como parte de la decoración, además de la cara frontal del sarcófago, en la que existía una inscripción. 

En el año 2004, CEHIMO, con la colaboración de Ibercaja, la AA de Vecinos y el Ayuntamiento de Monzón, se llevó a cabo la restauración del sepulcro. Los restauradores fueron Beatriz Español, Lorenzo Cor y Pilar Español.

La Arqueopatrulla


La Ermita se encuentra en lo alto de un promontorio, en la carretera dirección a Barbastro, Permisán  y Castejón del Puente.  Foto de 2015



Foto analógica de los años 90



Tiene una planta rectangular, es de pequeñas dimensiones y cubierta a dos aguas. Foto 2017



La puerta ubicada en la cara sur, es un sencillo arco de medio punto. Foto 2018




Curiosa una de las ventanas situada en la cara este. Foto 2016


En la cara norte aparecen dos contrafuertes, seguramente originales y por lo tanto  los únicos elementos que nos indican que fue un edificio medieval. Foto 2018


Mariano, Santi, Marta, Silvia y Joaquín con la Ermita de fondo. Foto 2018



El elemento de mayor interés es un sepulcro medieval situado en el muro norte. Foto 2016




Álvaro y Clara delante del sarcófago. Foto 2016

El sarcófago  esta sostenido por cuatro columnas. Foto 2018


Uno de los capiteles con decoración geométrica. Foto 2018



El sepulcro, la figura del caballero muerto y los ocho personajes que representan un cortejo fúnebre están cobijados por  un arcosolio de medio punto,  con tres arquivoltas decoradas. Foto 2018



Detalle de los ocho caballeros que componían el cortejo fúnebre descabezados. Foto 2018


Entre el arcosolio y la cornisa se observa una escena de varios ángeles llevándose el alma del difunto. Foto 2018



En la parte superior de todo el conjunto funerario existe una cornisa apoyada sobre seis ménsulas decoradas con cabezas humanas y animales. Foto 2018




Detalle de una de las cabezas. Foto 2018



El caballero yace de costado. En esta imagen se observa la espada. Foto 2018




Daniel delante de la parte anterior del sarcófago en las que había una inscripción que también fue destruida. Foto 2016


Dentro de la Ermita hay una fotografía antigua del conjunto funerario en la que se aprecian todas las figuras con sus cabezas, por lo tanto, es anterior a la Guerra Civil, época en la que se realizaron los destrozos comentados

En 2004 se realizó una magnífica restauración del sepulcro.  Foto 2018



Santi junto al Sepulcro. Imagen de 2019



Imagen del interior de la ermita desde el coro. Foto 2018



Imagen tomada desde el altar, al fondo el coro y el óculo. Foto 2018





domingo, 25 de marzo de 2018

EL POBLADO DE RIPOL (Binaced)


A cinco km de Binaced,  en la carretera que une Alfántega y Albalate de Cinca, se encuentran los restos de las antiguas viviendas de lo que fue el poblado de Ripol.

Algunos historiadores relacionan estos restos a los del asentamiento ibérico de Ripol, que se localiza en un altozano muy próximo y que fue destruido por los romanos. Posteriormente deducen que los musulmanes crearon esta pequeña población en la orilla izquierda del Cinca.  Dadas sus características, debió tener un desarrollo demográfico y económico importante para aquella época y tras la reconquista cristiana, pasó a manos de las órdenes militares del Temple y del Hospital, y formó parte del concejo de Binaced.


Joaquín Sanz (CEHIMO), en su artículo, “La población de Ripol según el fogaje de 1495”, de fecha 30/09/2005 en la revista AVIARA manifiesta:
“Durante el reinado de Fernando II de Aragón, tuvo lugar el recuento de la población del Reino por hogares. Estos lugares, que formaban parte de la Sobrecullida de Barbastro, pertenecían a la Orden del Hospital o Sanjuanista, ejerciendo  el Gran Castellán sobre la población el poder jurisdiccional, alto y mero imperio. 
Para el lugar de Ripol se contabilizaron 19 fuegos (hogares). Como podrá comprobarse, todos los empadronados eran musulmanes (mudéjares), que por capitulación conservaban su lengua (la algarabía), su religión (el Islám) y sus costumbres. A cambio pagaban fuertes impuestos. 
Relación de moradores:
o   Mahoma Maymon.

o   La viuda del Juce, el alamín.

o   Alií Damargos.

o   Muça de Murgaban.

o   Brahém Petit.

o   Alií del Moro.

o   Musa del Çeyt.

o   La viuda de Aullalla de Litera.

o   Brahem Nagar.

o   Mahoma Quanalvo.

o   Mahoma de Fraga.

o   Brahem Calvo.

o   Brahem de Homa.

o   Alií de Alizquandar.

o   Brahem de Litera.

o   Azmet de Maymo.

o   La viuda de Mahoma Dayça.

o   Jue Jafariquo.
Por lo tanto, si se toma como índice 5 personas por cada fuego, Ripol con 19 fuegos, tendría una población de 95 personas. Valcarca  que contaba con 9 fuegos, tendría 45 personas, y Binaced con 45 fuegos, llegaría a las 225 personas aproximadamente”.



El 17 de abril de 1610 se firma la expulsión de los moriscos aragoneses, dándose a conocer, mediante un bando publicado el 29 de mayo. En esta fecha, se realiza un censo, por fuegos, de los moriscos del Reino de Aragón llevado a cabo por el marqués de Aytona, donde aparecen 70.545, que representan al 20% de la población del Reino de Aragón. En este censo, aparece Ripol con el cierre de 13 casas y la expulsión de 65 moriscos, sin duda un duro golpe para el poblado.

En 1640, queda arrasado el lugar a causa de los desmanes de la soldadesca catalana y francesa.

En 1808, durante la Guerra de la Independencia, desapareció en su totalidad.

Más tarde, se reconstruyeron algunas casas y corrales, que han ido aguantando a duras penas, hasta la fecha. Hoy día en ese paraje denominado “Huerta Baja”, sólo queda un edificio que se encuentran en muy mal estado, “La Torre Civiac”, casa en ruinas, sin tejado, con parte de las paredes caídas y en cuyo interior se conserva un magnífico cubo. Por otra parte, “la Torre Munfurris”, que estuvo habitada hasta los años 80 y que ha sido recientemente derribada, puesto que sufría el mismo estado de abandono.

Todo parece indicar que en muy poco tiempo, desaparecerá el último vestigio de lo que fue un magnífico poblado hace unos siglos.




Foto analógica de 1982. "La Torre Civiac", aún tenía parte del tejado y prácticamente conservaba la totalidad de la fachada principal


Juan Bayona, sobre los restos de la edificación. Foto analógica años 80



Precioso el cubo que se encuentra en el interior. Foto analógica años 80



Fachada de la "Torre Munfurris", desgraciadamente ya está derribada. Foto analógica años 80



Curiosa la veleta de esta Torre. Representa la figura de un maqui con la escopeta al hombro



Jesús Bernad, en aquella época concejal de obras, y José Luís Erangines, (aparejador), de visita por la zona

Otra imagen del año 2000, de la "Torre Civiac", en la que ya no queda nada de tejado

Detalle del balcón. Año 2000

Santi, Manolo Solans y David, en una imagen del año 2017. Manolo nos acompañó amablemente por la zona donde el tiene una Torre que estaba acondicionando

Nos gustó mucho el suelo que tiene en su caseta, a base de ladrillo hecho a mano de barro viejo, que pudo pertenecer a alguna de las edificaciones originales del Poblado de Ripol

La antigua paridera de José Sorinas, es otro de los edificios que se mantienen y que también posee detalles arquitectónicos interesantes

En uno de los sillares de la entrada a la granja, existe el grabado de una cruz

Estado de la Torre en 2015


Santi, en una visita reciente, inspecciona el estado interior del edificio



2018. Cara oeste


2018. Cara norte


2018. Cara este


2018. Como se puede comprobar con las tres imágenes anteriores, el estado actual es de ruina total y todo indica que esta magnífica construcción tiene los días contados

Visita realizada a Ripol para preparar posibles actuaciones de futuro. De pie, José y Eduardo Sorinas (propietarios de la finca), Marta, nuestra técnico, y Santi. Debajo David y Alfredo (presidente de la Asociación El Pino)



Destacar en la zona de Ripol, la existencia de un viejo ejemplar de "Platanus orientalis", que en su día fue derribado y que ha ido sobreviviendo al paso de los años tumbado en el suelo


Único, bonito y espectacular platanero, que por sus características y longevidad, ha sido incluido en  la "Guía de árboles singulares de la Provincia de Huesca"


La Arqueopatrulla