domingo, 22 de diciembre de 2019

LA TORRE DE CONCHEL



Dentro del casco urbano de Conchel, localidad que pertenece al municipio de Monzón, se alzan los restos de una esbelta torre de planta rectangular (8 x 5 m), que conserva dos caras de 10 m altura aproximadamente y el arranque de las otras.

Está ubicada sobre un pequeño promontorio, un punto estratégico, que domina  visualmente varios kilómetros del Río Cinca. En la parte oriental quedan restos de una muralla de mampostería, lo que indica que la torre formó parte de un antiguo castillo.

Construida de sillería, perfectamente escuadrada, cuenta con una base ataluzada y rematada en su parte superior con una moldura de donde nacen las paredes de la torre. Tenía cuatro plantas (se observan los mechinales de cada una de ellas). En la primera hay tres troneras circulares y una rectangular. En la segunda se aprecia lo que pudo ser una de las puertas de entrada a la torre (seguramente la entrada principal estaría en una de las dos caras hoy desaparecidas). Y en  la tercera tres aspilleras rectangulares. Cuenta en su base con un aljibe de forma rectangular que se cubría con una bóveda de cañón.

Está documentado que en 1098 el  Rey Pedro I dio a Santa María de Monzón, tanto la villa de Conchel como su castillo.  Siglos más tarde pasaría al Obispado de Lérida.

En el listado publicado en el B.O.A. el 22 de mayo de 2006, la Torre de Conchel está incluida dentro de la relación de castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés.

Entre 2015 y 2017 se han llevado a cabo obras de restauración y conservación de la Torre, así como de acondicionamiento de su entorno, creando un bonito mirador que permite contemplar la majestuosa torre y el Río Cinca.


La Arqueopatrulla 




Imagen analógica de los años 80





La Torre de Conchel vista desde el otro lado del Río Cinca. Foto 2019




Imagen tomada del lado donde faltan los dos lienzos. Foto 2015


Imagen tomada desde el lado que  conserva los dos lienzos. Foto 2017


Clara y sus mascotas con la torre detrás. Foto 2019



Tiene la base taluzada. Foto 2017




David apoyado en la base. Foto 2019



Encima de la base cuenta con una bonita  moldura. Foto 2017


Todos los sillares llevan un doble agujerito para ser manejados con un mecanismo de tenazas que se cerraban al tirar hacia arriba y se apretaban con el propio peso del sillar. Foto 2017




David y Santi comentan el sistema de construcción  empleado. Foto 2019



La Torre contaba con un aljibe rectangular en su base junto a uno de los lados cortos y se cubría con una bóveda de cañón. Foto 2019





Santi observa el aljibe. Foto 2019


Tronerra circular por la parte interior de la torre. Foto 2018





Tronera circular por la parte posterior. Foto 2018




Aspillera rectangular por la parte interior. Foto 2018




Aspillera  rectangular por la parte exterior. Foto 20018





Daniel delante de la torre, en la que se observan tres cañoneras circulares (tipo de aspillera de donde se disparaba con piezas de artillería ligera) y una rectangular ubicadas en el primer piso




Varios fragmentos de cerámica barnizada encontrados por el entorno de la Torre. Foto 2019

Asa de cerámica. Foto 2019

Fragmento de cerámica gris oscura.
(Todos los pedazos de cerámica, tras ser fotografiados in situ, los dejamos en el mismo lugar que los encontramos)


Los sillares más deteriorados se encuentran en la parte interior baja de la Torre.
Santi, David y Daniel en la imagen de 2019



En esta pared de la Torre observamos perfectamente dos troneras y una aspillera rectangular en la primera planta, encima los mechinales para los forjados de madera del suelo, dos aspilleras rectangulares en la tercera planta y encima de ellas otros mechinales para el forjado de última planta. Foto 2019



Santi, David y Daniel en el interior de la Torre. Foto 2019


Maritere, Teresa e Iñaki en una visita en 2019




Desde el mirador de la Torre se ve muy cerquita la Iglesia de Santa María Magdalena. Foto 2019






En primer término restos de la muralla que rodeaba todo el antiguo castillo. Foto 2019




Los restos de la muralla de mampostería  se encuentran en la parte oriental, junto al Río Cinca. Foto 2019
Clara junto a la muralla, al fondo el Río Cinca. Foto 2017





Otro tramo de muralla. Foto 2019




Además de la restauración de la Torre, se ha llevado a cabo un mirador con vistas al Río Cinca, creando un espacio de recreo muy acogedor



Panel informativo. Foto 2017



Las vistas hacia el Río Cinca desde este mirador son preciosas. Clara en primer término y al fondo el Castillo de Monzón. Foto 2015



Vitas espectaculares en cualquier época del año. Al fondo se divisa el Cerro de la Alegría de Monzón. Foto 2019



Desde hace siglos, la majestuosa Torre, ha sido y será el emblema de Conchel. Foto 2017












domingo, 8 de diciembre de 2019

EL ARCO DE SAN JUSTE (Castejón del Puente)

En el camino que va desde Castejón del Puente hacia Barbastro y que coincide, en parte, con el trazado del Camino de Santiago procedente de tierras catalanas, localizamos estas ruinas, que han aguantado el paso de los siglos hasta hace pocos días, conocidas con el nombre "El Arco de San Juste". 

Existe documentación de 1207, la cual las identifica como un hospital perteneciente a la Orden del Temple, así como el resto de la villa y el puente que cruzaba el Río Cinca. Su ubicación, bien alejada de la localidad de Castejón, tenían como finalidad evitar el contagio de las enfermedades que traían algunos viajeros o peregrinos, con los vecinos de la localidad. 

En el siglo XIV pasa a la Orden de San Juan. 

Las ruinas que hoy podemos observar están datadas del siglo XVI-XVII y ya corresponderían a la Ermita de San Juste. 

Fue un edificio de mampostería y sillar con planta rectangular. Hace poco tiempo ha caído, lo único que se conservaba, "el Arco de San Juste", una arcada de obra de sillería. En la actualidad solo queda un muro de mampostería y el arranque de otro. Todo indica que podría tratarse de una construcción realizada sobre otra anterior, de mayor tamaño. 

Hoy en día, es triste comprobar in situ, el estado lamentable de unos restos de gran valor histórico, reducidos a un amasijo de sillares que han quedado en un pequeño promontorio de 4 ó 5 m de altura, al desnivelar todo el terreno para construir la autovía que pasa por ese lugar.



La arqueopatrulla




El desmonte de terrenos para construir la variante ha dejado las ruinas en un pequeño promontorio, a modo de isleta.
(todas las imágenes que siguen, corresponden a la visita realizada en el mes de diciembre de 2019)

Imagen de lo queda del Arco de San Juste que se ha caído en los últimos meses.




Daniel y Santi junto al promontorio donde están los restos y que está vallado con una verja metálica




Diferentes imágenes obtenidas de internet del Arco de San Juste antes de caerse





Arranque del arco junto a la pared de mamposteria

Santi observa los materiales de construcción empleados 



El arranque del otro lado del arco


En esta imagen se observa lo que queda de la arcada 








Todos los sillares que conformaban el Arco de San Juste, están caídos en el suelo




Algunos fragmentos de cerámica que aparecen en superficie


Restos del interior de la Ermita de San Juste, que sería de planta rectangular
Uno de los sillares perfectamente escuadrado que se encuentra por el entorno


Detalle de los elementos empleados para construir el muro


Este muro de mampostería es el vestigio más grande queda de la Ermita de San Juste


El muro de mampostería desde otro ángulo

Santi camina junto a los restos 




Asa de cerámica





Desde este lugar se observa la Iglesia de Castejón del Puente




Y también la autovía que pasa muy cerquita del yacimiento




Santi y Daniel entre las ruinas de la Ermita de San Juste (XVI-XVII) y que antes fue el Hospital de la Orden del Temple



Lamentable el estado de abandono de unos restos con gran valor histórico
Varios árboles han crecido entre las ruinas