domingo, 28 de abril de 2019

CONSTRUCCIÓN DE UN HORNO PARA COCER CERÁMICA


Durante la Semana Santa 2019, nos juntamos varios días para llevar a cabo un proyecto que desde hacía mucho tiempo llevábamos en mente, la construcción de un horno de leña para cocer cerámica.
Una vez hicimos acopio del material necesario:  ladrillos refractarios que nos donó gentilmente la Empresa Guarvi, losas de tapadera, barro, chimenea metálica, cañas pirométricas de alta temperatura con lector, leña y la herramienta precisa. Nos dimos cita en el jardín de Mariano Laguna, (cerebro de esta experiencia), Carlos Español (ceramista profesional en Barcelona), Jesús Baillet, Pilar Sierra e Isabel Defior (amig@s y colaboradores), junto con los miembros de La Arqueopatrulla.
Bajo un diseño experimental sobre papel de Mariano Laguna y después realizado con figuras de lego, fuimos ejecutando fielmente el proyecto, con tres partes fundamentales:
a)  Un hogar para quemar la leña.
b)  Una cámara de cocción para cocer las piezas de arcilla, que previamente habíamos hecho.
c)  Una chimenea para la salida de humo.
Poco a poco el "horno de llama invertida" fue tomando forma, resolviendo los diversos problemas e inconvenientes, de la mejor manera posible.

Este tipo de horno, se denomina así, de llama invertida, porque fuerza al fuego a salir por la parte baja de la cámara de cocción.

Un día entero nos costó su ejecución, primero por el costoso trabajo de limpiar los restos de mortero de los ladrillos reutilizados y después, a causa de los imprevistos que, sobre la marcha, iban apareciendo.
Llegó el momento de introducir las piezas de cerámica dentro de la cámara de cocción y darle un primer calentón al horno para comprobar si funcionada.
Con toda la incertidumbre, a última hora de esa misma tarde, lo encendimos y funcionó perfectamente, la prueba inicial había sido sumamente positiva. Nos emplazamos todos para la mañana siguiente, con la intención de ponerlo en marcha y observar qué temperatura podía alcanzar.
Antes de la hora señalada estábamos todos impacientes para hacer funcionar el horno a su máxima potencia.
Después de varias horas alimentando el hogar con leña, conseguimos llegar a los 300º en el pirómetro, que marcó poco, porque las cañas debían de estar mal situadas. Realmente se alcanzaron los 700 grados aproximadamente, ya que la mayoría  del barro se transformó en cerámica y esto solo es posible a estas temperaturas. 

También consideramos que deberíamos mejorar el sellado con mortero especial en toda la ladrillería,  la calidad del aislamiento de los ladrillos y el cerramiento de la cámara de cocción.
(Hay tener en cuenta que era una prueba experimental, para más adelante, si funcionaba, llevarla a cabo de forma definitiva, por lo que, en principio, no se podía hacer una instalación fija con mortero, para después tenerla que romper, en caso de no funcionar).
La experiencia fue muy positiva, didáctica y entretenida, las piezas,  quedaron perfectamente cocidas.

El horno, sin duda, lo construiremos de forma fija en un futuro no muy lejano, una vez encontremos el lugar idóneo para instalarlo y hacer uso cómodamente de él.
Solo nos resta agradecer la colaboración de Mariano Laguna, que con 30 años de experiencia en el mundo de la cerámica, es una auténtica personalidad en este campo y que junto a Carlos Español, otro fuera de serie, hicimos de un proyecto en el que habíamos pasado años cavilando, una realidad imposible para nosotros, sin su ayuda.

La Arqueopatrulla


Tenemos que empezar el reportaje fotográfico con una primera fase en el verano de 2018, donde realizamos un curso de cerámica, bajo la dirección de Mariano Laguna.



Explicación de la forma de conseguir la cerámica adecuada para poder ser manipulada correctamente.



Después de sacarle agua hay conseguir la textura precisa



Todos atentos a las indicaciones previas del profesor



Cada uno ejecutando su pieza bajo la supervisión de Mariano



David ultimando su cuenco de cerámica



Boceto inicial del horno a ejecutar.
Todas las imágenes que vienen a continuación son de los días de Semana Santa de 2019


En plano del horno con su partes y medidas



Ejecución del horno con piezas del lego




Mariano y Santi limpiando los ladrillos reutilizados






David y Mariano con la misma tarea que nos llevo varias horas


Jesús Baillet, trasladando los ladrillos refractarios al lugar elegido para su construcción



Mariano con el replanteo de la obra




Jesús y Mariano terminando la base del horno



La construcción del horno avanza



A Isabel Defior, como a todos, le pica la curiosidad


A Santi se le amontona la faena



Lizer, un fijo de La Arqueopatrulla,  encantado con la obra


El horno va tomando forma, el hogar para la leña ya esta acabado


Seguimos con la cámara de cocción




Carlos  Español y sus retoques técnicos, en el horno de llama invertida


Avanzamos a buen ritmo, Pilar también sigue con interés la construcción



Base de la chimenea terminada



Detalle de la cámara de cocción



Detalle de la chimenea 



Mariano, David, Daniel y Carlos, ilusionados con el avance del horno



Las manos de Mariano que no descansaron ni un solo momento




Lizer se lo pasa en grande con nosotros

Trasportando las pesadas losas de cierre entre Carlos, Mariano y David




Estamos llegando a su fin. Momento de tapar con losas la cámara de cocción



Mariano sellando la chimenea metálica


Carlos sellando las aberturas más pronunciadas con barro de alta temperatura.



Momento de introducir las piezas en la cámara de cocción, incluida una teja muy significativa del momento 


Carlos, explica gráficamente a Santi, los problemas con la cocción de cerámica



Gran expectación a la hora de colocar las piezas en las entrañas del horno



Eligiendo las piezas 



Todo preparado para cerrar la cámara de cocción con todas las piezas dentro



Instalando las cañas pirométricas para conocer en todo momento la temperatura en el interior del horno



Todo funciona correctamente



Hora de encender la leña del hogar



Máxima expectación


Todo funciona correctamente. El humo da fe de ello



Después de varias horas a pleno funcionamiento





Desde el exterior se podía observar, entre los ladrillos sin sellar, el fuego dentro de la cámara de cocción


Las cañas pirométricas mandando los datos al lector




El lector marca 291, 5º de temperatura


Mariano e Isabel en su turno de control de horno funcionando a pleno rendimiento y a punto de terminar la experiencia


Una vez apagado el horno y dejándolo enfriar toda la noche, era la hora de abrir la cámara para comprobar la cocción de las piezas. El resultado fue excelente y las piezas cocidas en su punto, como se puede apreciar en la imagen.
Creemos que realmente se llegaron a los 700 grados de temperatura aproximadamente,  ya que para que el barro se transforme en cerámica, solo es posible a estas temperaturas.




Lizer nos muestra un cuenco que ha quedado perfecto