Al sur del término de
Castejón del Puente y bajo la Ermita de la Bella, existe un bonito entorno
escabroso y natural, lleno de afloramientos rocosos, en los que la mano del ser
humano dejó su huella en el pasado. Es
un punto estratégico, donde se entrecruzan
una secundaría de la vía romana Ilerda-Osca, el Camino de Santiago y una
cabañera.
Muy próximo a este conjunto, también se encuentran en la parte más
baja, los restos del majestuoso puente de piedra que cruzaba el Cinca y en la
parte más alta, la Ermita de la Bella, de origen románico que, seguramente, fue la
capilla del Castillo de la localidad. Restos de corrales con sus muros de
piedras, cuevas, cias, cazoletas y
entalladuras por las grandes peñas, nos indican que fue un lugar habitado, muy transitado y con mucha actividad hace
siglos.
Empezaremos por la
peña de mayor tamaño y más próxima al cauce del Cinca. Se
trata de un gran afloramiento rocoso con forma
alargada, ubicado bajo la Ermita de la Virgen de la Bella. Se observan a
simple vista diversas entalladuras, a modo de escaleras que permiten un acceso
cómodo hasta su parte más alta.
En la zona este, que a su vez es la
parte más baja del peñasco, encontramos unas entalladuras en el suelo, que bien
podrían pertenecer a algún tipo de edificación. En esta misma zona, también
existen dos pilas a diferentes alturas unidas por un agujero que, según comenta
nuestro amigo Eugenio Monesma, tienen
unas características similares a algunos lagares rupestres, que se han
encontrado en otras zonas no muy lejanas. A medida que vamos ascendiendo a la cima
de la roca, van apareciendo diversas cazoletas y una pileta rectangular justo en
la cúspide de la misma. Destacan igualmente en la parte superior, restos de una
muralla de piedras en forma de bancal. Una vez nos encontramos en la parte más
alta, existe una entalladura orientada hacia el suroeste con una cazoleta.
A
escasos cien metros y en dirección a la localidad de Castejón, localizamos la
segunda roca, en forma de hongo, denominada en el pueblo como "Peña del Pan". Es
más pequeña y tiene difícil acceso para subir a la parte superior, donde
existen piletas, por lo que intuimos que está directamente relacionada con la
primera.
Y
siguiendo el camino ascendente a la localidad, donde quedaron marcadas las rodaduras
de carros en el suelo rocoso, que podrían pertenecer a la vía romana, nos
encontramos otro conjunto de rocas, con una pequeña cueva natural, sin entalladuras ni
cazoletas, y donde se aprecia una inscripción tallada que dice “pollero”. Según
cuenta la tradición oral, vivió un
soldado francés, de nombre Pierre, después de la Guerra de la Independencia, que se dedicaba a robar a los vecinos. En la localidad de Castejón, existe todavía
un ritual consistente en arrojar una piedra en la base de esta roca para
mantener enterrada el alma del representante del mal.
Un lugar precioso y con historia, para dar un agradable paseo por las sendas marcadas entre las rocas y
árboles, con magníficas vistas al río Cinca y que, según algunos
historiadores, podría tratarse del antiguo poblado de Castejón.
La Arqueopatrulla
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Ladera sur de Castejón del Puente, bajo la Ermita de la Bella. Foto 2018 |
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Un entorno estratégicamente situado para controlar la calzada romana, el puente sobre el Cinca, la Ermita de la Bella, el Camino de Santiago y la cabañera. Foto 2018 |
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Visita al entorno en Agosto de 2019.
Las hermanas Defior con sus conyuges, Javier de Valcarca, Jesús Guerrero, Diputado de las Cortes de Aragón, David, Daniel, y Santiago Herbera, nuestro guía
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Dadas las pronunciadas pendientes, toda la zona se encuentra aterrazada por enormes sillares. Foto 2018 |
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La peña más grande de forma alargada cuenta con escaleras de acceso, muros de sillares, entalladuras, cias y cazoletas. Foto 2019 |
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La peña vista desde el mirador de la Ermita de la Bella. Foto 2018 |
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En la parte superior se observan entalladuras en el suelo y una cazoleta, para unos un altar rupestre, para otros, un puesto de vigilancia. David en lo alto de la peña. Foto 2019 |
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Imagen tomada desde la cúspide, en primer término la cazoleta y en la parte más baja Daniel. Foto 2019 |
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El acceso no es nada fácil. Como de costumbre, Mariano, ayudado por Javier y Jesús, se atreve con todo. Foto 2019 |
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Marta Defior ayuda a su marido. Foto 2019 |
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Aunque en algunos lugares aún quedan las escaleras talladas para desplazarse por la roca. Foto 2019 |
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En la parte este del afloramiento rocoso, se observan dos pilas rectangulares de gran tamaño a diferentes niveles unidas por un agujero, que según nuestro amigo Eugenio Monesma, podrían pertenecer a un lagar. Foto 2018 |
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Cazoleta. Foto 2018 |
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Entalladura. Foto 2018 |
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Restos de posibles viviendas. Foto 2018 |
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Cueva con mechinales adosada a pared de sillares. Foto 2018 |
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El grupo atento a los comentarios de Santi sobre los detalles de la cueva. Foto 2019 |
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Cruz grabada a la entrada de la cueva. Foto 2018 |
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David y Silvia se disponen a entrar en su interior. Foto 2019 |
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Junto a la cueva, una enorme peña con entalladuras, como si hubieran sado sillares de gran tamaño. Foto 2018 |
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Silvia y Isabel descansando y posando. Foto 2019 |
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La cerámica aparece por todos los rincones, como esta bonita asa. Foto 2018 |
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Parte del grupo se desplaza a otro de los lugares a través de una senda llena de maleza. Foto 2019 |
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Javier junto a la enorme piedra en forma de hongo, que en su parte superior tiene piletas. Foto 2019 |
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Difícil de acceder a la base de este peñasco y todavía más difícil acceder a la parte superior del mismo.
Jesús Guerrero, en plenas facultades físicas, desafiando la gravedad. Foto 2019
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Jesús junto a la base de la peña. Foto 2019 |
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La peña en forma de hongo vista desde el mirador de la Ermita de la Bella. Foto 2018 |
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Camino de las rodadas de la vía romana. Foto 2019 |
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También encontramos un fragmento de molino, en la imagen Santi explica como funcionaba. Foto 2019
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Molino de mano. Foto 2019 |
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Mariano Laguna, todo un experto en cerámica, da su opinión de unos fragmentos de cerámica. Foto 2019 |
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Más pedazos de cerámica, que tras ser fotografiados in situ, la dejamos en el mismo lugar que la encontramos. Foto 2019
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El grupo se dirige hacia la calzada romana, al fondo se observa la localidad de Castejón del Puente. Foto 2019 |
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En el suelo de arenisca han quedado grabadas las rodadas que dejaron los carros. En la imagen Mariano pasea sobre la calzada. Foto 2019 |
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Santi y Jesús sobre otro tramo de la calzada. Foto 2019 |
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Mariano, David y Santi. Foto 2019 |
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En esta imagen se observa perfectamente la calzada. Foto 2018 |
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Pilar sobre otro de los tramos muy bien conservados. Foto 2018 |
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Otro de los lugares interesante, es la conocida como piedra del pollero. En Castejón todavía existe un ritual consistente en arrojar una piedra en la base de esta roca para mantener enterrada el alma del representante del mal. Pilar cumple con la tradición. Foto 2018 |
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Inscripción en la base de la roca con la palabra "pollero". Foto 2018 |
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Cueva natural, en la que la tradición oral de la localidad cuenta que vivió un soldado francés de nombre Pierre, después de la Guerra de la Independencia, que se dedicaba a robar a los vecinos y hacer otras fechorías. Foto 2018 |
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Mariano Laguna hace un alto en el camino. Foto 2019 |
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Últimas indicaciones de Santi antes de terminar la visita a este entorno tan bonito. Foto 2019 |
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Jesús y Mariano aprovechan el regreso para hablar de sus cosas. Foto 2019 |
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Una mañana de mucho calor pero muy bien aprovechada. Jesús y Marta encabezan el grupo en busca de los coches para ir a ver las pilastras del puente en el Cinca. Foto 2019 |
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Isabel un poco rezagada después de realizar varias fotos del lugar. Foto 2019 |
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El grupo junto a una de las enormes pilastras que quedan del puente. Foto 2019 |
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Jesús, con la pilastra detrás. Foto 2019 |
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Santiago da explicaciones del espectacular puente que hubo sobre el Rio Cinca.
(415m de longitud, 21 arcos de 15 m de luz, 10 m sobre las aguas y con tablero horizontal de 4,75 m)
Foto 2019 |
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Y esta jornada la terminamos con una visita a la boquera de la Acequia de la Ribera que discurre por la margen izquierda del Río Cinca. Foto 2019 |