En el Catálogo de yacimientos arqueológicos del PGOU de Monzón, aparecen Monte Gil I que abarca las épocas Bronce Antiguo-Medio, Romano, Medieval y Moderno, y Monte Gil II que comprende Bronce Final-CCUU, Hierro I, Ibérico, Romano y Medieval.
En septiembre de 2018, hablamos en
este Blog del Poblado Medieval de Monte Gil, seguramente el más llamativo y
mejor conservado a lo largo de una plataforma de arenisca, en el que se pueden
observar cías, aljibes, diferentes estructuras, entalladuras, un horno, escaleras y muros entre otros
restos.
En el caso de hoy, nos vamos a
ocupar de la parte más antigua, para
ello hemos contado con la presencia de José Luís Montaner, responsable del área
de arqueología de CEHIMO de Monzón, que
nos ha guiado en todo el recorrido.
En el primer yacimiento denominado Monte Gil
I, los restos prehistóricos se
concentran en la parte más baja de la
cara sur. Aparecen materiales arcillosos
y acarcabados, pero ninguna estructura a resaltar, y toda la zona está llena de grandes bloques
que se han desprendido de las laderas a causa de la erosión. En este entorno hemos localizado fragmentos de
cerámica, útiles pulimentados de sílex y una piedra tallada en forma de tape.
Respecto al segundo yacimiento
denominado Monte Gil II, lo localizamos en un pequeño promontorio que se
encuentra en la parte más alta del Cerro. Destaca, dentro del mal estado
general del mismo, una estructura en forma de habitación y una cazoleta. En
este sector hemos encontrado un fragmento de hacha pulimentada, útiles de sílex,
fragmentos de cerámica y varios percutores.
La Arqueopatrulla
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El Cerro de Monte Gil visto desde la carretera de Selgua. Foto 2121 |
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Desde la parte más alta del promontorio, Pepe Montaner (CEHIMO) le comenta a Santi todo el terreno que abarca este impresionante yacimiento de Monte Gil. Foto 2020 |
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Monte Gil I se localiza en la parte más baja de la cara sur. Foto 2020 |
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Toda la zona está llena de grandes boques que con el paso de los años se han desprendido de las laderas. Foto 2020 |
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Farid y Daniel en 2019 |
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Muchos de los grandes bloques se ven trabajados por la mano del hombre. Foto 2019 |
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Javier encima de uno de los grandes peñascos desprendidos. Foto 2020 |
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Farid observa con atención un bolo de arenisca con forma de cuenco que podría servir para beber agua los animales. Foto 2019 |
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En otra roca desprendida localizamos una cazoleta de grandes dimensiones. Foto 2019 |
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Duna también inspecciona el lugar. Foto 2019 |
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Varias entalladuras. Foto 2019 |
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Javier examina el interior de una cueva. Foto 2020 |
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Mechinales en un peñasco de grandes dimensiones. Foto 2020 |
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Entalladuras que podrían servir para atar animales. Foto 2020 |
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José L. Montaner, Santi, David y Javier. Foto 2020 |
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Monte Gil II se localiza en un pequeño promontorio de la parte más alta del cerro, en el que apenas quedan restos. Foto 2121 |
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Desde este lugar hay unas bonitas vistas de todo el entorno. (Selgua al fondo y más atrás el Monasterio del Pueyo de Barbastro). Foto 2019 |
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David supervisa una alineación de sillares. Foto 2020 |
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Parte superior de Monte Gil II donde se aprecia una estructura de una posible construcción. Foto 2019 |
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Y una pequeña cazoleta. Foto 2019 |
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Santi en el sector de Monte Gil II. Foto 2020 |
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David, Javi, Santi y Daniel en una excursión de 2020 |
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Cerámica. |
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Cerámica adornada |
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Escoria |
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Fragmento de percutor |
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Tape de piedra |
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Fragmento de hacha pulimentada |
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Fragmento de silex |
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Molinos |
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Posible fragmento de columna |
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Desde hace varios años muchas grullas pasan el inverno en los arrozales de selgua y es una gozada poderlas observar cuando sobrevuelan por nuestras cabezas con sus graznidos inconfundibles, como nos ocurrió este invierno pasado. |
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El grupo siguiendo las danzas que nos ofrecen las grullas. |