domingo, 20 de enero de 2019

LA VISPESA (Tamarite de Litera)


Es un yacimiento que se halla localizado en un cerro de 304 m de altitud, en el Término municipal de Tamarite de Litera, muy próximo a Binéfar.

Estuvo poblado desde la I Edad del Hierro, hasta el periodo imperial romano, destacando dos momentos fundamentales de ocupación: el primero, un asentamiento ibérico (ilergetes), entre los siglos III y II a. de C., y sobre él, otro romano, entre los siglos II y I  a. de C., posiblemente una mansión romana, muy bien comunicada, por cercanía de la vía Ilerda-Osca.

Las viviendas ibéricas, eran de planta cuadrada, con bloques de arenisca, unidos con mortero de arcilla, recrecidos con adobes o tapial y techumbre de paja y barro. Sus calles, enlosadas de lajas, se adaptaban a los diferentes niveles del terreno.

Los romanos aterrazaron el terreno y levantaron una importante construcción en la parte superior, utilizando el material de la viviendas íberas. Se conserva una espectacular cisterna para almacenar agua, que construyeron con sillares escuadrados, revestidos con una capa impermeabilizadora.

Los restos de la superposición de ambas épocas y los materiales arqueológicos encontrados, son de especial interés para conocer la cultura ibero-romana.

Llama poderosamente la atención, que después de estas épocas, éste enclave fuera abandonado y jamás volviera a ser reocupado.

Dentro de los hallazgos de este yacimiento hay que destacar una Estela de gran riqueza iconográfica y artística, que pudo pertenecer a un templo, dedicado a la divinidad indígena Neitin, actualmente, conservada en Museo de Huesca. 

El Gobierno de Aragón mediante el Decreto 68/2010, de 13 de abril,  declaró el yacimiento de La Vispesa, Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica. 


La Arqueopatrulla




En un pequeño cerro de 304 m de altitud, se halla el yacimiento de la Vispesa, declarado por el Gobierno de Aragón, Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica. Foto 2018




En la parte baja del cerro, junto a al aparcamiento, existe un panel informativo. Foto 2018 




Detalle del Panel informativo. Foto 2017


Clara, David y Santi junto a el pozo para almacenar agua, que existe en la parte superior del cerro. Imagen 2008




Primer plano del pozo o cisterna con su reja de protección. Foto 2017



Detalle del interior de la cisterna. Foto 2017



Otra imagen del pozo o cisterna del año 2008



La gran mayoría de las habitaciones son de planta rectangular. Foto 2017




Puerta de entrada a una de las habitaciones. Foto 2017




Quedan varias hiladas de muros de gran tamaño. Se cree que la cisterna de la parte superior se hizo con sillares de este tamaño. Foto 2017




David, sobre uno de los muros, nos sirve como referencia para comprobar el tamaño de los sillares, que tienen un agujero en el centro para encajar las tenazas y poder levantarlos y manipularlos mejor. Foto 2018



En esta imagen analógica del año 1987, todavía está sin terminar de excavar la hilada de sillares de gran tamaño que aparece en la foto precedente.  




Hay lugares del yacimiento con muros de más de 2 m de altura. Daniel, David y Santi en la imagen. Foto 2018



Por las laderas del promontorio aparecen diversos restos de habitaciones y mucha cerámica. Foto 2018




La cerámica más antigua podría datar de la I Edad del Hierro. Foto 2018



También se encuentra en superficie algún fragmento de cerámica con barniz rojo, típica del pueblo prerromano de los Ilergetes. Foto 2018



Cerámica campaniense, época romana. Foto 2018




Fragmentos de cerámica romana. Foto 2018



Clara en la parte más baja del promontorio donde aparecen unos peñascos de arenisca con diversas entalladuras. Foto 2018



En ese afloramiento de rocas también se puede observar alguna cazoleta. Foto 2018



En la parte alta del yacimiento es donde mejor se conservan los restos de la Vispesa.  Daniel, Santi, Alvaro, Nara, Clara y David. Foto 2018




El gran desnivel que hay en las laderas, les obligó a adaptar las calles enlosadas de piedras planas al terreno. Con la imagen de Santi se puede comprobar la inclinación del terreno. Foto 2018.




Vista de parte la parte superior del yacimiento. Imagen analógica de 1987




En 1984 se inician las campañas de excavaciones arqueológicas dirigidas por Almudena Domínguez y Elena Maestro, que permitieron determinar la procedencia ibero-romana de este yacimiento de La Vispesa. Foto 1987




En el museo provincial de Huesca, se conserva la "Estela de la Vispesa", sin duda la pieza más importante descubierta del yacimiento.
Desde el Departamento de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, se describe de la siguiente manera: Se trata de una estela íbera datada entre los siglos II a. C. y I d. C que fue hallada en el yacimiento de la Vispesa en Tamarite de Litera (Huesca). Posiblemente fue un elemento arquitectónico de un edificio singular o tuviese una función conmemorativa. Adopta la forma de pilastra paralelepípedica, sin uno de sus lados. Otro de ellos, el posterior, conserva una muy escasa superficie, decorada con simples molduras. Éstas se repiten en la cara principal, delimitando dos campos de relieves (con dos manos, un posible escudo y una posible lanza, un grifo  y restos de guerreros) y enmarcando una cuidada inscripción en caracteres ibéricos. La cara lateral, la mejor conservada, con parte de una mano, mientras que el inferior muestra dos de ellas completas.
Fotografía obtenida de la galería de imágenes del Museo de Huesca



En el panel informativo que existe a pie de yacimiento, explica que podría tener carácter funerario a la vez que conmemorativo. Se trata de una pilastra en la que además de una inscripción que menciona al dios "Neitín" aparecen representados restos de un escudo indígena, una lanza, dos manos, que simbolizan a enemigos muertos, un cuerpo mutilado de un guerrero y un "grifo" (animal mitológico con cabeza de águila y cuerpo de león),  en actitud de devorarlo, simbolizando el tránsito al más allá.
Fotografía obtenida de la galería de imágenes del Museo de Huesca




También se encontró otro relieve que, seguramente formaría parte del monumento anterior, en el que se puede observar una escena incompleta, en la que aparecen dos caballos que,  entre los íberos, eran símbolos de riqueza y prestigio.
Fotografía obtenida de la galería de imágenes del Museo de Huesca





3 comentarios:

  1. Qué excursión tan chula e interesante! Repetiremos pronto!

    ResponderEliminar
  2. Vale la pena conocer todo el patrimonio que tenemos por nuestra zona. Gracias por acompañarnos !!

    ResponderEliminar