Es un yacimiento que se halla localizado en un cerro
de 304 m de altitud, en el Término municipal de Tamarite de Litera, muy
próximo a Binéfar.
Estuvo poblado desde la I Edad del Hierro, hasta el
periodo imperial romano, destacando dos momentos fundamentales de ocupación: el
primero, un asentamiento ibérico (ilergetes), entre los siglos III y II a. de C., y sobre
él, otro romano, entre los siglos II y I a. de C., posiblemente una mansión
romana, muy bien comunicada, por cercanía de la vía Ilerda-Osca.
Las viviendas ibéricas, eran de planta cuadrada, con bloques
de arenisca, unidos con mortero de arcilla, recrecidos con adobes o tapial y techumbre de paja y barro. Sus
calles, enlosadas de lajas, se adaptaban a los diferentes niveles del terreno.
Los romanos aterrazaron el terreno y levantaron una
importante construcción en la parte superior, utilizando el material de la
viviendas íberas. Se conserva una espectacular cisterna para almacenar agua, que
construyeron con sillares escuadrados, revestidos con una capa impermeabilizadora.
Los restos de la superposición de ambas épocas y los
materiales arqueológicos encontrados, son de especial interés para conocer la
cultura ibero-romana.
Llama poderosamente la atención, que después de estas
épocas, éste enclave fuera abandonado y jamás volviera a ser reocupado.
Dentro de los hallazgos de este yacimiento hay que
destacar una Estela de gran riqueza iconográfica y artística, que pudo
pertenecer a un templo, dedicado a la divinidad indígena Neitin, actualmente, conservada en Museo de Huesca.
El
Gobierno de Aragón mediante el Decreto 68/2010, de 13 de abril, declaró el yacimiento de La Vispesa, Bien de
Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona
Arqueológica.
La Arqueopatrulla
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En un pequeño cerro de 304 m de altitud, se halla el yacimiento de la Vispesa, declarado por el Gobierno de Aragón, Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica. Foto 2018
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En la parte baja del cerro, junto a al aparcamiento, existe un panel informativo. Foto 2018 |
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En ese afloramiento de rocas también se puede observar alguna cazoleta. Foto 2018 |
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En la parte alta del yacimiento es donde mejor se conservan los restos de la Vispesa. Daniel, Santi, Alvaro, Nara, Clara y David. Foto 2018 |
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El gran desnivel que hay en las laderas, les obligó a adaptar las calles enlosadas de piedras planas al terreno. Con la imagen de Santi se puede comprobar la inclinación del terreno. Foto 2018. |
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Vista de parte la parte superior del yacimiento. Imagen analógica de 1987 |
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En 1984 se inician las campañas de excavaciones arqueológicas dirigidas por Almudena Domínguez y Elena Maestro, que permitieron determinar la procedencia ibero-romana de este yacimiento de La Vispesa. Foto 1987 |
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En el museo provincial de Huesca, se conserva la "Estela de la Vispesa", sin duda la pieza más importante descubierta del yacimiento.
Desde el Departamento de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, se describe de la siguiente manera: Se trata de una estela íbera datada entre los siglos II a. C. y I d. C que fue hallada en el yacimiento de la Vispesa en Tamarite de Litera (Huesca). Posiblemente fue un elemento arquitectónico de un edificio singular o tuviese una función conmemorativa. Adopta la forma de pilastra paralelepípedica, sin uno de sus lados. Otro de ellos, el posterior, conserva una muy escasa superficie, decorada con simples molduras. Éstas se repiten en la cara principal, delimitando dos campos de relieves (con dos manos, un posible escudo y una posible lanza, un grifo y restos de guerreros) y enmarcando una cuidada inscripción en caracteres ibéricos. La cara lateral, la mejor conservada, con parte de una mano, mientras que el inferior muestra dos de ellas completas.
Fotografía obtenida de la galería de imágenes del Museo de Huesca
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En el panel informativo que existe a pie de yacimiento, explica que podría tener carácter funerario a la vez que conmemorativo. Se trata de una pilastra en la que además de una inscripción que menciona al dios "Neitín" aparecen representados restos de un escudo indígena, una lanza, dos manos, que simbolizan a enemigos muertos, un cuerpo mutilado de un guerrero y un "grifo" (animal mitológico con cabeza de águila y cuerpo de león), en actitud de devorarlo, simbolizando el tránsito al más allá.
Fotografía obtenida de la galería de imágenes del Museo de Huesca
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También se encontró otro relieve que, seguramente formaría parte del monumento anterior, en el que se puede observar una escena incompleta, en la que aparecen dos caballos que, entre los íberos, eran símbolos de riqueza y prestigio.
Fotografía obtenida de la galería de imágenes del Museo de Huesca |
Qué excursión tan chula e interesante! Repetiremos pronto!
ResponderEliminarY qué frío!!
ResponderEliminarVale la pena conocer todo el patrimonio que tenemos por nuestra zona. Gracias por acompañarnos !!
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