Yacimiento que ocupa la totalidad de un cerro con forma alargada, situado junto a la carretera que une las poblaciones de Monzón y Selgua.
A. Castán, en su libro “Fortificaciones Aragonesas”,
describe el Poblado de Gil como una arruga de poca elevación, que sube
débilmente por encima de los llanos. Fue
habitado en época romana y también en el medievo. Los restos medievales se
concentran en la punta sureste, en ladera vertida por un modesto promontorio de
arenisca cortado en gradas, probablemente para la extracción de sillares destinados a la fortificación, cuyas señales persisten en la falda. Los fragmentos de muro
son exiguos e inconexos, tejidos con sillares regulares de arenisca. En la
parte baja quedan tres contrafuertes, en sentido transversal a la pendiente, de
2,35 m de frente. El último de estos es solo un pegote de argamasa, despojado de su vestimenta de piedra. Son huellas medievales, tal vez del XII, pero no es
posible calibrar la magnitud de esta fortaleza, que defendió un despoblado
próximo situado dirección este. Resumiendo, quedan escasos vestigios y mal
conservados.
Por su parte Mª Cruz
Sopena, en el “Catálogo de yacimientos arqueológicos del PGOU del Ayuntamiento
de Monzón, manifiesta que en Monte Gil existen vestigios del bronce, CCUU,
íbero, romano, medieval y época moderna. Igualmente numerosos restos constructivos
y materiales medievales como: murallas, silos, aljibes y diferentes entalladuras
en la roca. Los restos prehistóricos se conservan al pie de la ladera SO.
También conocemos que
en el año 2006, el equipo de Patrimonio de la Comarca del Cinca Medio y voluntarios de CEHIMO llevaron a cabo una excavación en Monte Gil, centrada en las estructuras, que han ido apareciendo en excavaciones precedentes, de un edificio de carácter, posiblemente, religioso, como una ermita o templo. Además, en los edificios anexos a éste, se hallaron restos de basas y columnas que bien podrían haber sido trasladados desde el interior del templo o bien podrían pertenecer a un pequeño claustro. Silvia Arilla, arqueóloga que ha trabajado en este yacimiento, apuntó hace algún tiempo la posibilidad de que pudiera tratarse de un pequeño monasterio.
Algunos historiadores coinciden indicando que, éste poblado pudo desaparecer a lo largo del siglo XIV, como consecuencia de la peste negra que afectó a toda zona.
La Arqueopatrulla
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El cerro con forma alargada está ubicado a unos dos kilómetros de la localidad de Selgua. Foto 2018 |
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Detalle de la muralla que defendía el poblado. Imagen analógica de los años 70 |
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Paseo por Monte Gil con, Michel, Pilar, Lourdes y Armando. Foto analógica de finales de los años 70 |
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Clara y sus perros en los restos del torreón defensivo, contemplado el bonito paisaje que desde allí se divisa. Foto 2013 |
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Existen muchas cías en el poblado. Foto 2014 |
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Algunas de perfecta ejecución y conservación. Foto 2014 |
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David sale de una de ellas, después de comprobar la capacidad de su interior. Foto 2018 |
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Duna también inspecciona otra de las cías. Foto 2010 |
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Las hay de todas las formas y tamaños . Foto 2014 |
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En varias de ellas, han nacido árboles en su interior. Foto 2014 |
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También existen diversos aljibes por todo el poblado. Foto 2014 |
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Así como entalladuras en la roca de variadas formas y tamaños. Foto 2014 |
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Mariano, Silvia, Daniel y David en uno de los accesos al poblado medieval. Foto 2018 |
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Es difícil encontrar algún afloramiento rocoso que no tenga algún tipo de huellas. Foto 2014 |
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David junto a una zona de habitaciones del poblado. Al fondo se divisa una gran extensión de terreno. Foto 2018 |
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Zona de acceso al poblado, donde se pueden ver las escaleras y el sistema de cierre de la puerta.
Silvia en una imagen de 2018
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Silvia y Mariano en una peña con dos pocetas a diferentes alturas. Foto 2018 |
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David sobre uno de los pocos tramos que quedan de muralla. Foto 2018 |
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Zona del poblado de donde extraían los sillares, se observan los cortes en la roca y el sistema de arrancarlos. Foto 2018 |
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Silvia nos saluda desde una zona rocosa que también ha sido trabajada. Foto 2018 |
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Mariano sentado sobre una escalinata de acceso al poblado de Monte Gil. Foto 2018 |
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Farid y Daniel. Invierno 2018
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A pesar del desgaste de los peldaños, se observa perfectamente la escalinata principal, para acceder al poblado de Monte Gil. Foto 2014 |
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En todos los rincones del afloramiento rocoso aparece algún tipo de entalladura o escaleras como lo demuestra esta imagen, donde se aprecia la forma de trabajarla. Foto 2014 |
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Al pasear por el poblado se descubren detalles, como este sillar de gran tamaño con tres cazoletas talladas. Foto 2014 |
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Restos del horno del poblado medieval. Foto 2014 |
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Aparece en superficie cerámica por todo el poblado y de muchas épocas. Todas las imágenes que vienen a contiuación son de 2018 |
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Fragmento de sílex |
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Cerámica del bronce |
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Ibérica |
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Cerámica campaniense, época romana |
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Medieval de color gris |
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Barnizada |
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Decorada |
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Cerámica moderna pintada de color azul |
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Incluso metales |
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Desde la parte más alta de Monte Gil, y como si de un mirador se tratara, Mariano y Silvia contemplan el paisaje que se divisa, valorando la importancia y la estrategia del enclave elegido para construir este bonito poblado |
Guay Daniel!!!
ResponderEliminarY LA FUENTE DE MONTE GIL NO ES PARTE DE ESE POBLADO QUE NO LA VEO NI LA NOMBRAIS ??
ResponderEliminarA pesar de estar muy cerca de Monte Gil, el POZO-FUENTE GIL, es un conjunto arqueológico posterior e independiente, que comparten el nombre de GIL debido a que así se llama la partida donde están ubicados.
ResponderEliminarPRÓXIMAMENTE HABLAREMOS DEL POZO GIL !!
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