domingo, 4 de marzo de 2018

CASTILLO DE CARBONERAS (Binaced) - Época musulmana (2)


Si en la primera parte de esta época, hablando de la Torraza, comentábamos que el nombre de Binaced aparece por primera vez  como BENEZEIDE, también podemos incluir otros nombres como:

Valcarca, VAL CUERCIA, que significa valle de las encinas, de las voces vallis y quercus, (al pie de la sierra de la Cornera).

Al río Cinca se le llamó, Az-Zaytum, que significa río de los Olivos.

Al castillo de Monzón lo llamaron, LA ALMENARA.

Pueyo de Santa Cruz, PUEYO DE MOROS.

Alfajes, ALMUNIA DE ALFACHIM.

Zahidín, ÇAHIDI.

Incluso a la Villa de Binaced, se la nombra también como AVIN-ASUTH.

(Interesante leer el artículo de Francisco Castillón Cortada en el Diario del AltoAragón, “RAICES MORAS”).  http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasImprimir.aspx?Id=551284


Tanto los elementos constructivos del CASTILLO DE CARBONERAS, como su estructura son típicos de la época árabe.

En el libro Torres y castillos del Alto Aragón, el profesor A. Castán manifiesta:

“Extraño castillo, conocido como la Mora, castillo Peñeta de la Mora o castillo de las Carboneras, de ahí que a veces algún autor haya aludido a fortificaciones diferentes, cuando en realidad es la misma.

Se emplaza a 1,5 km de Binaced, por la carretera de Albalate de Cinca, donde es necesario dejar el coche y caminar 30 minutos hacia los montículos alineados del sur. En el más puntiagudo se encumbra la fortaleza.

Debió ser magnífica y a pesar de su avanzada ruina, se distingue perfectamente el doble amurallamiento que la protegió, ajustado a la topografía saliente, en forma de barra que alterna, arcillas prensadas y capas de arenisca. La muralla externa, cercaría unos ejes de aproximadamente 60 m de longitud por 26 m de anchura máxima, vistiendo las faldas terrosas con desigual fortuna, pues corrimientos sucesivos la han desarticulado. La muralla, parece  limitarse a un palo corrido, dado que no se advierten cubos, aunque si nimias angulaciones; de cualquier manera aguantan los arranques y poco más.

La sillería, arenisca de baja calidad, es de tamaño equilibrado, acoplándose a soga y trabándola con argamasa, a excepción de un tramo de la cortina septentrional donde une yeso, material infrecuente que hemos visto en los castillos de Calasanz y Estada. En el lado de mediodía, puede medirse un espesor de 1,67 m, exactamente en el palo que tuerce suavemente, allí el ángulo de giro se esculpió en el mismo sillar, como es costumbre en castros del s. XI. En cambio, en el ángulo nordeste la anchura es de 0,74 m. Las diferencias suponemos que vendrán motivadas por la movilidad del terreno.

Cuando la orografía lo precisaba, los parámetros se dispusieron con tirada en talud, incorporando cantos de río estrechos y direccionados en la vertiente sur del fortín. Estos  se amontonan ataludados, nivelados por una hilada de sillares en la base y enganchados con argamasa muy dura; dibujan una espina de pez -opus spicatum-. Material y composición pueden tener paralelo, con la torre del Homenaje del castillo de Monzón, adscrita por algunos autores a los ss. IX-X, aunque también es forma habitual de construcción, en tierras meridionales de la provincia de Huesca. Como igualmente hemos certificado este material calcáreo, en la contención de la ladera nordeste del castillo de Becha del s.XII y otros lugares.

En la terracilla, comprendida entre las dos murallas al noroeste, hubo suelo de grandes losas lisas, ahora enterrado por derrubios. Al nordeste un hundimiento circular hace pensar en silos subterráneos, a título de mera conjetura.

Además, el segundo recinto está a nivel más alto, acoplado al morro rocoso de planta rectangular, que mide 25 m de longitud por 6 m de anchura. La muralla perimetral conservada, alcanza mayor altura, con los mismos rasgos de cantería. Uno de los paramentos tuvo que reforzarse, mediante un segundo muro de mampostería, en posición de contrafuerte y los bloques de arenisca, suspendidos por la fácil erosión de las arcillas de base, fueron apuntalados con material diverso, rebozado con mucha argamasa.

Por otra parte, en este cuerpo superior emergen muros, de compartimentación difusa y un característico aljibe rectangular de 2,77 por 2,40 m, excavado en arenisca y revestido con canto calizo, en la mitad inferior del depósito y sillares de arenisca arriba. Cerraba con bóveda de medio cañón, cuyo arranque se inicia al norte, sistema compartido por otras cisternas cristianas de la época.

El tipo de aparejo y la dispersión de cerámica gris cristiana por los alrededores, invitan a datarlo entre fines del XI y comienzos del XII, tal vez enfrentado a la Fraga musulmana, que no se conquistaría hasta mediados del s. XII”.


El  castillo de Carboneras, más conocido como de la Mora, está ubicado en un cerro del paraje de la Mora, rodeado de otros tres promontorios: El Pino, La Parra y Brujas


Estas dos imágenes evidencian el enorme deterioro sufrido, en tan corto período de tiempo, (34 años) 


Fotografía analógica de los años 80. En lo alto del Castillo, Pedro Ordín abraza a sus dos hijos, David y Nacho, y junto a ellos, Armando Gil


Cara sur del Castillo de Carboneras



Mariano, junto a un paño de aparejo "opus spicatum", que refuerza el muro meridional



Detalle de los sillares del recinto más alto de la fortificación, con unas medidas de 25 m x 6 m


José Antonio Herbera, Daniel, Santi, Mariano y David en lo alto del Castillo una mañana de niebla cerrada


Imagen de la cara este


Carmen Orea y Sara Solans, junto a David, observan el maravilloso paisaje que ofrece esta cima, (al fondo Binaced)



Sin duda, un lugar privilegiado para contemplar con tranquilidad, el inmenso territorio que queda a tus pies 



Otra imagen de los muros de compartición en la parte superior


Carmen y Sara disfrutando de las vistas, antes de iniciar el descenso del cerro


Interesante es el aljibe rectangular de 2,77 m por 2,40 m, excavado en arenisca y revestido con canto calizo en la mitad inferior y sillares en la mitad superior. Cerraba con bóveda de medio cañón, de la cual queda el arranque de la cara norte

David, José Antonio Herbera, Mariano y Santi


Son varios los muros que apenas se tienen en pie




Intercambiar pareceres "in situ", siempre resulta interesante


Antiguamente era habitual reutilizar los materiales, como lo demuestra este molino que fue empleado, siglos más tarde, para construir otro muro


José Antonio, junto a su sobrino, satisfecho de subir a Carboneras 


David inspecciona con detenimiento en el interior del aljibe.

La fortificación vista desde dentro del "Cado Gatos"


Fragmentos de cerámica que aparecen por la superficie



Santi, Manu y Javier Rey, (arqueólogo del Gobierno de Aragón), intercambian opiniones mientras descansan un rato


Con la familia Moles-Defior al completo



El paraje de la Mora es un lugar muy frecuentado por los binacetenses, en esta imagen, un grupo en la "Peñeta de los Nombres"
Y otro grupo en la propia fortificación



Incluso en los últimos años, se celebra una Trail que transcurre por los tozales de La Mora




Otra imagen del Castillo poco habitual, con un manto de nieve  

"Skyline" de Binaced con el Castillo de Carboneras en el centro, rodeado de los cerros La Parra y El Pino. Foto 2018





Al fondo el Castillo de Carboneras visto desde la "Parra"
Lámina del Castillo de Carboneras dibujada por David Alamán





Otra lámina de la fortificación de David Alamán


Una suerte contar en las excursiones con un especialista en arqueología, como es Javier Rey. Foto del grupo con él, antes de terminar esta inolvidable jornada

Lizer y el Castillo



La Arqueopatrulla




2 comentarios:

  1. en la última Trail pude observar el mal estado de este castillo, o de lo poco que queda, una pena que nadie haga nada, se cae a trozos !!!!

    Runnero

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  2. en ello estamos... ya nos gustaría poder hacer alguna actuación de consolidación tanto en Carboneras como en la Torraza.

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